Virgen María deja de matar.Capitulo IV

Su teléfono celular esta sonando. Es Demian. Tengo que contestar. ¿Hola? Soy María, ¿Fernanda? Esta conmigo, esta en el baño, si yo le digo no te preocupes, adiós. Tengo que idear un plan para que piensen que fue un accidente.
No había vuelta tras lo hecho, hecho esta. Pero María no se esperaba que había alguien más. A lo lejos, parada del otro lado de la carretera una niña de aproximadamente nueve años miraba fijamente la escena. No parecía perturbada en realidad le parecía gracioso. -¿Qué haces aquí?- grito María acercándose a la niña con pasos apresurados.-Viéndote- respondió entre pequeñas risitas -Jamas había visto a alguien arrastrar un cuerpo con tal rapidez- sonrió.-Lárgate- María la agarro de los hombros -Vete o si no...- la chiquilla la tiro de un empujón - Si no que, yo que tu no me atrevería a amenazarme, no sabes con quien tratas- enojada agarro el cuello de la blusa de Inmaculada y sus caras quedaron a unos pocos centímetros de distancia - Tu y yo somos iguales- la zarandeo.- ¿Como?- trato de quitársela de encima pero fallo en el intento. -Tu hiciste algo, que yo he deseado hacerle a mis padres y lo haré- la soltó y de golpe se levantaron las dos. -Tu...- temblorosa -Si yo también- sonrió con malicia. -Hagamos un trato- caminaba en círculos lentamente -Tu callas yo callo,  hablas yo te delato, tratas de desaparecerme y yo hago que tu cuello se desangre hasta que no quede ni una gota de sangre- la miro enojada.- ¿Por qué a tus padres?-  Pregunto María -¿Por qué ella?- respondió.
-No tenia opción una mujer como ella no merece vivir y mucho menos al haber hecho ese pecado- se llevo la mano a la boca al darse cuenta de lo que había condesado. -Sabes hay vivos que deben estar muertos, muertos que deben estar vivos y vivos que deben hacer esa tarea, nosotras somos quienes deben hacer ese equilibrio matar a los que no merecen la vida, claro no podremos revivir a la que si lo merece pero algo es algo ¿No?- dijo con seriedad - ¿Es un trato?- levanto su mano para estrecharla de ella- Si- convencida estrecho su mano- Ah! y una cosa más deberías irte ya sus padres llegaran en unos minutos- aconsejo la pequeña alejándose rápidamente. 

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